Cada vez las impresoras 3D van estando mas presentes en los hogares. Algo que empezó siendo una afición para algunos y una curiosidad para otros, se ha ido convirtiendo poco a poco en algo mas común y asequible cada día.
Pero por desgracia, hay ocasiones en que nuestras impresoras dejan de funcionar como deberían, tienen problemas, se paran, o incluso dejan de funcionar por completo.
A menudo, nos llegan impresoras 3D con toda clase de problemas, con sus dueños desesperados, porque han tratado hacerles de todo para que vuelvan a funcionar pero sin éxito. En muchas ocasiones nos dicen que somos su última esperanza, y que si no conseguimos hacerlas funcionar de nuevo se desharán de ellas.
Otras veces al tratar de repararlas ellos mismos han causado sin quererlo mas daños de los que tenía en un principio. O bien se la han dejado a alguien, que no ha podido, o no ha sabido repararla y nos llegan con piezas de menos.
En nuestro caso el compromiso es claro, solo cobramos si conseguimos repararla, y es algo que en la mayoría de los casos conseguimos.
Cuando sus dueños vienen a recogerlas y comprueban que funcionan de nuevo, ver sus caras de alegría nos llegan de orgullo. Aunque en ocasiones es una tarea larga y que nos ocupa varios días, ver el resultado y la sorpresa de sus dueños al comprobarlo, nos anima a seguir adelante.